Leyendo un poco más sobre ansiedad en la infancia, encontré datos impresionantes:
Seguramente varios de ustedes se habrán dado cuenta que los trastornos mentales han ido en aumento. Muchos pensaríamos que los afectados son los adultos, sin embargo, ellos no son los únicos.
ANSIEDAD EN LA INFANCIA
Durante esta investigación y después de leer varias bibliografías, me hice varias preguntas y recordé un evento que sucedió durante mi infancia.
Yo tendría unos 9 – 10 años aproximadamente y había presentado una dermatitis en el pliegue de mi brazo.
La dermatitis es una inflamación de la piel; que en mi caso, se manifestó con enrojecimiento, unas pequeñas pápulas o ronchas y con mucha comezón.
Recuerdo haber tomado de todos los medicamentos por haber para ese problema. Ir a consulta desde dermatólogos hasta “hierberos” y mi mamá poniéndome de todas las cremas, aceites, vinagres y mezclas que le decían.
Después de varios meses, por fin había acabado ese martirio.
10 años después…
Me di cuenta que el mismo problema empezaba (y se manifestaba justo de la misma manera).
Al estar y ser más perceptiva de mi cuerpo y mis sentimientos, me di cuenta que lo que estaba sintiendo era estrés y ansiedad e inmediatamente recordé lo que 10 años antes me había sucedido.
Es increíble el poder que tienes y que tiene tu mente para darte cuenta de ello. Sin necesidad de tomar algún medicamento o ponerme alguna crema, el problema desapareció.
¿Qué me pasó?
Lo que había experimentado durante mi infancia y 10 años después es conocida como “ENFERMEDAD SOMÁTICA”.
La enfermedad somática es una forma muy común de manifestar la ansiedad o el estrés en la infancia. Es un problema que lo genera tu mente y se exterioriza o presenta en tu cuerpo.
LA REALIDAD
Aunque se pensaba que sólo los adultos presentaban ansiedad, hoy en día se sabe que entre la población infantil es un trastorno que ocurre comúnmente.
Como por ejemplo en mi caso, se manifestó en una enfermedad de la piel, que fue real, pero fue producida por mi mente.
En cambio hay otros niños que manifiestan dolor abdominal, dolor de cabeza, trastorno obsesivo compulsivo, enojo o furia, cambios similares a depresión, temor o fobias, etc. En cada uno es diferente, por eso la importancia de saber diagnosticarla.
¿Qué hacer?
La intención de este artículo no es decirte los formas de ansiedad que puede presentar tu hijo o cómo tratarlas. Mi intención es hacer conciencia que muchos de nosotros tuvimos ansiedad cuando niños y probablemente ahora estamos viviendo algunas de esas marcas que se grabaron en el pasado.
¿Cuáles de tus acciones pueden ser generadas por ansiedad vivida durante tu infancia? ¿Qué acciones ha copiado tu hijo o hija de ti que engañosamente le genera el mismo sentimiento?